miércoles, 8 de diciembre de 2021

BREVES PALABRAS SOBRE LA OBRA DE TEATRO ""ZOMBIE ONE MORE TIME"" de SOPORTEATRO

 ZOMBIE ONE MORE TIME O U"SEGUI EL TUO CORSO, E LASCIA DIR LA GENTI." DE SOPORTEATRO

Sporteatro, de la ciudad de Huánuco, firma un montaje bastante claro, híbrido, arriesgado, entretenido y muchas veces hasta excitante de la “comedia”  de Abel Palomino, protagonizado por los jóvenes actores: Abel Palomino, Natty Rodriguez y Antonio Pedraza, productor de la obra ZOMBIE One More Time, que para variar también está dirigida por Abel Palomino. Esta obra de teatro es una muestra del teatro profesional contemporáneo, un teatro que entremezcla la experiencia empírica con las técnicas de escuela y que esta perfecta simbiosis logra un producto de muy buena factura, incluso sobrepasando, ampliamente, muchas de mis expectativas.

A parte del gran amor que tengo por el teatro, hubo otras motivaciones más para asistir a esta última función de la obra ZOMBIE, este 21 de noviembre pasado. Uno de esos motivos es que estaba dirigiendo mi exalumno de la Unheval y que fue integrante, aquella vez, de una de las mejores épocas del elenco de teatro de la Universidad Hermilio Valdizán de Huánuco (TUVA) y mi gran amigo, Abel Palomino. También, porque, quería salir de mi ratonera, donde por cuestiones personales me había enclaustrado rigurosamente ya hace mucho tiempo atrás. Otro fue porque quería verla a ella, de nuevo.

Fue inmensamente gratificante ver tanta concurrencia a esta función final, que como me comentó el productor de la obra, Antonio Pedraza, fue una constante en toda la temporada. En la fila de entrada me encontré con grandes maestro y actrices: Fernando Salinas, German Malpartida, Jhulianna Cisneros y Evelin Ferrer con quienes nos fundimos en abrazos interminables que describían nuestra gran amistad, aunque mis ojos y mi corazón no dejaron de mirar a la boletería.

Un zombie en el piso, un escenario alternativo, una escenografía poco cargada con un vochito azul y una banda de músicos al fondo nos anunciaban que ahí había magia, sabor y color. La obra de teatro con una temática juvenil, contemporánea como es la de los zombies, cargaba una metáfora no tan “caleta”, que más adelante logró una dimensión casi simbólica de la diversidad sexual. Desde un inicio sabía que se venía una lección humilde, pero firme de como se debe hacer teatro en serio. Buen maquillaje, salvo que uno por ahí sobrecargado, pero esas con pequeñeces, que no determinan la calidad de la puesta en escena. Los músicos en su punto exacto, un tema aparte se merece el gran músico Emmanuel Ortega ¿Quién no se ha enamorado de Susan? Pues como todos, también yo ¡Qué buena actuación! Este personaje, que es la madre, nos encandila con su performance. Susan, la zombie que representa a núcleo del hogar y la paciencia del universo contenida en su corazón y sus ojos, felicitaciones a la estupenda actriz trujillana Natty Rodriguez, que para ser su primera vez en la actuación logró lo que muchas no llegan a lograr en toda su carrera. Hablar de la excelente actuación de Abel Palomino sería redundante, pero ya con solo verlo en el escenario, un poco entrado en carnes él, es garantía de que la obra llegará a buen puerto. El padre, de pensamiento cuadrado, autoritario y cruel muchas veces, es sostenido perfectamente por Abel, logrando esta contraposición justa para cocinar el conflicto de la obra ¡Felicitaciones! y un abrazo eterno. Antonio Pedraza, que a pesar de haber tomado el personaje de hijo con poco tiempo, logra completar este trio, con una actuación sobria, muchas veces sometido por algunos conflictos personales (actor) que  él sabe “torear” inteligentemente. Este hijo diferente, raro, disonante y fuera de foco, que nos enternece profundamente por su lucha en busca de la aceptación en una sociedad cucufata y de doble moral como en la que vivimos hoy día. Una dirección teatral exacta, no le sobra nada en el escenario, inteligente, simbolista y que maneja muy bien el espacio, ritmo y la corporalidad, se nota que tiene muy buena escuela y a quien se le augura muchos éxitos venideros.

La banda toca "Zombie" de The Cranberries, que me recuerda a Dolores O'Riordan y mi mente se pierde en la obra de teatro y veo al padre comiendo tripas, bajo un cenital que me transporta a los hogares actuales, que viven zombificados por la tecnología,  al hijo con su inmensa zanahoria, incomprendido, a Susan abrillantando con lágrimas sus inmensos ojos, con un vestido blanco donde resalta la sangre, que también chorrea por esos labios que saborean las tripas como en el “Tío Añaco” y en ese momento un corto circuito en mi  cabeza comienza, indeteniblemente, a recordar al fantasma de la boletería decirme: “Me hubieras dado un abrazo, sobrado eres”, los aplausos retumban la casa de “Toñito”, ese  sótano  que ya se ha convertido en  la trinchera teatral y yo la busco a ella, con la mirada ansiosa, al terminar la obra y ya no está, no estuvo, no estará, tal vez solo apareció en mi  mente como una ilusión mía o  tal vez fue parte de la obra que acaba de terminar y que como  el teatro es efímero, ella  también  lo es. Ahora que escribo estas líneas, espero volver a ver, muy pronto, otra de las obras maravillosas puestas en escena del grupo Soporteatro y en ese momento, sí, atreverme, darme valor y buscar ese abrazo que quedó pendiente.

 

Edilberto Sacha

Dir. Colombina Teatro

 



 

 

  


 

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