viernes, 27 de junio de 2025

Juegos Florales Escolares Nacionales


 Los Juegos Florales Escolares Nacionales: El corazón en escena

Los Juegos Florales Escolares Nacionales 2025 (JFEN) son como esa lucecita que entra de pronto al aula y deja la atmósfera de un color diferente. No es la televisión ni el celular. Pinta a ganas. A emoción. A ese nerviosismo bonito que se siente cuando uno se sube por primera vez a un escenario. Es un espacio donde la imaginación vuela, el cuento grita, la danza canta y baila, la pintura sale del lienzo para hablar… y el teatro ¡ay! el teatro... el teatro engloba todo, lo es todo. Late fuerte como corazón de un enamorado. Porque ahí no solo se actúa: se vive. Yo he acompañado a varios grupos de estudiantes en este viaje que empieza como un juego y termina como una adición incurable. He visto cómo chicos que andaban como corderitos aprendieron a ver el mundo de otra manera, a tener criterio propio y de pronto convertirse en abuelos sabios, en guerreros que lloran, en niñas que desafían al mundo desde un escenario. Porque el teatro es como un bichito que te pica o entra por la piel, y ya no se va nunca. Y menos si se vive en grupo. Pasar por la etapa UGEL, luego por la regional, hasta llegar a la nacional… suena chévere, claro. Pero, en verdad, lo más bacán es el camino. Ese camino lleno de ensayo tras ensayo, de risas que suenan como si hubieran encontrado la felicidad a temprana edad, de errores que duelen en el alma o de esos profesores renegados que odian el teatro y jalan en su curso a los estudiantes que actúan, pero que no importa con tal de hacer teatro, y de aplausos que, aunque vengan de dos o tres amigos, ya saben a victoria. Es ahí, en ese proceso, donde el estudiante descubre su voz y que puede ser más que el personaje que interpreta. Descubre cuerpo. Su historia. Donde aprende a mirar al otro sin juzgar, a escuchar sin interrumpir, a ponerse los zapatos del personaje… y del compañero. Yo he ganado, sí. He visto a mis chicos alzar premios, viajar, llorar de felicidad. Pero lo más lindo no ha sido eso. Lo más bonito ha sido verlos transformarse.
Eso es el teatro en los Juegos Florales. Un camino donde no se compite: se comparte. Donde no se actúa: se siente.
Y eso, chocheras, no lo borra nadie ni el olvido.


jueves, 19 de junio de 2025

EL RETORNO, obra de teatro escrita y digida por Edílberto Sacha.

 

"EL RETORNO"

Sacha ha logrado volcar fantasmas, recuerdos y memorias en este texto dramático, el manejo del lenguaje es exquisito, demuestra, una vez más su sello poético. Las campesinas, seguramente, surreales y extraídas del vuelo imaginativo y de los recuerdos del autor nos obligan a acompañarlas en su trágica búsqueda. Los perros chocleros y las retamas ausentes nos ambientan y nos datan la distancia de tiempo, espacio, memoria. El camino y el tiempo se muestran como elementos análogos, al final son inevitables y resultan siendo lo mismo. Las campesinas, saben que nunca encontrarán lo que buscan como lo dejaron; sin embargo, viven y hacen vivir al lector su camino de encuentro con su historia, con su pasado, con su memoria. El texto trágico se refresca con elementos festivos, elementos que, como en toda historia, no pueden ser eternos. Se desborda el naturalismo y el sofoclismo de Sacha nos permite evocar a Antígona, ella, Antígona, busca enterrar, y ellas, las campesinas, buscan desenterrar, saben que lo que buscan no están en el exterior, sino que deben seguir las huellas de su alma, deben abrir la tierra y desenterrar lo que les pertenece para convencer a su alma de que el tirano venció, que los niños se volvieron hombres, que los que estaban unidos por la sangre fueron separados por las armas. El Retorno es, sin duda alguna, una de las mejores obras de dramaturgia del territorio nacional. El autor toma un pasaje histórico. Seguramente que los que no pudieron gritar, hoy acallan sus pesares y ya no penan más en los campos ni en las carreteras de retamas, pues con esta obra su grito trascenderá hasta los oídos del alma.
Jorge Cabanillas Quispe
Actor, director teatral y escritor






                                                                                

Érase Otra Vez, obra de cuentacuentos de Edilberto Sacha.